Y así inicia una de las etapas
más dolorosas de nuestra existencia. Sentir que el mundo se te acaba, sentirte
incompleto, sentirte vacío, tu rutina cambia repentinamente y sentís que ya
nada tiene sentido. Y es aquí, en donde,
por muy difícil que sea tenemos que abrir los ojos, darnos cuenta que amar no es suficiente… también hay que ser
amado.
Suena fácil, lo sé. Pero
realmente es lo único que tenemos que entender. Cuando a una persona se le
acabó el amor, cuando esa persona dejó de amarte; no importa cuántos mensajes
enviés, cuántas llamadas realices, cuántas veces intentés decirle cómo te
sentís o que intentés demostrarlo de mil maneras, lo más probable es que nunca
vuelva a sentir lo mismo por vos, y es así que amar no es suficiente… también hay que ser amado.
Una vez que poco a poco vamos
abriendo los ojos, debemos empezar a entender que la diferencia entre “necesitar” y “querer” es la
diferencia entre la codependencia y el amor. Y amar a alguien es mucho más
hermoso y gratificante que apoyarse en ellos para todas las cosas, en todo
momento, las 24 horas del día, los 7 días de la semana, los 365 días del año.
Siendo alguien quien amó con
intensidad a alguien que dejó de amarme, entiendo que existen deseos de estar
cerca de la otra persona porque te hace sonreír, te hace más feliz, y el tiempo
pasa más rápido cuando están cerca, sin embargo también debemos entender que no
es necesario que estén allí para caminar e ir al super con vos, y a dormir a
tu lado, o sentarse con vos en la biblioteca mientras estudias para un examen,
mientras vas de compras o cualquier otra actividad – vos podés hacer esas cosas
por vos mismo.
Y aunque duela y cueste aceptar,
hay que entender que esa persona YA NO DESEA compartir esas cosas con vos. Que
dejó de verte con los mismos ojos que te miraba antes, que ya no haces que su mundo
se detenga, que ya no sos lo mejor que tiene ni tampoco hacés que su tiempo
pase volando, no sos el dueño de sus pensamientos ni de sus acciones, de lo
contrario aún estaría con vos y por eso, amar
no es suficiente… también hay que ser amado.
En resumen, lo que estoy tratando
de decir es que tenemos que ser sensatos e inteligentes, aprender a valorarnos,
a darnos nuestro lugar, a comprender que aunque duela y se sienta como la peor
situación que vayamos a vivir, siempre vienen tiempos mejores. Ha como he dicho
antes, si aún le amas no sos vos el que pierde, vos diste tu todo y eso es lo
que importa.
Y a pesar de sentirte
completamente roto, todo va a pasar, todo quedará atrás y vas a aprender a
seguir adelante.
Y un día, sin esperarlo aparecerá
alguien que te haga de cambiar de opinión nuevamente, te hará creer que es
posible volver a amar. Alguien que sienta lo mismo por vos. Alguien que ame las
arrugas de tus ojos cuando sonreís, alguien que note el color de tus labios
después de besarte, alguien que te haga creer nuevamente, que te haga entender que no tenés que desgastarte ni mendigar amor porque amar no es
suficiente… también hay que ser amado
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